Villa de Grado - Asturias - España

Crónicas Mosconas
Gustavo Adolfo Fernández Fernández

¡APAGA Y VÁMONOS!

Esta semana varias personas han coincidido al plantearme una común preocupación y su consiguiente reivindicación. Primero un conocido me animó, luego un amigo me instó y finalmente un familiar literalmente me obligó a dedicar estas líneas al problema de los apagones en Grado.
En un principio me mostré bastante reacio a abordar este tema escudándome en el argumento pueril de que poco o nada podía aportar yo a un asunto que además podría resultar demasiado polémico. Pero luego recordé mis reiterados cabreos cada vez que he sufrido, como el resto de gradenses, estos cortes de luz y me decidí finalmente a montarme a lomos de un tal Rocinante dispuesto a embestir aquellos gigantes con forma no ya de molinos de viento, sino de enormes bombillas.
En Grado tenemos asumido que cada vez que hay tormenta, que cuando cae un simple rayo, vamos a tener este tipo de problemas, pero en las últimas dos semanas hemos sufrido sendos cortes de más de dos horas en días –el 29 de noviembre y el 13 de diciembre- en los que ni hubo tormenta, ni viento ni tan siquiera lluvia. Lo curioso es que estos cortes se produjeron de madrugada, cuando se supone que la potencia demandada es mínima. Desconozco las causas reales de estas continuas y prolongadas averías, pero a pié de calle se insiste en la necesidad de mejorar las infraestructuras de la red.
Hace poco más de dos años, a comienzos del verano creo recordar, se eliminó el servicio de averías de Hidroeléctrica del Cantábrico que existía en Grado. Hubo un pequeño revuelo en la villa y rumores de recogida de firmas que nunca pasaron de ahí. Ahora cada vez que hay un problema tienen que desplazarse desde Oviedo o Cangas del Narcea, y me ha dicho un pajarito que la intención es quitar también la oficina comercial que aún hay en Grado.
Me resulta cuando menos curioso que el <Moscón de Oro Local> del año 96 se le concediera precisamente al Barón de Grado, por aquél entonces Presidente de Hidroeléctrica. Afortunadamente durante aquella entrega de premios no hubo que reseñar ni lamentar ningún apagón.
Naturalmente que este no es un problema exclusivo de Grado, pero el mal de muchos no es consuelo de nadie. Nuestros apagones no son tan famosos como el de Nueva York de 1965, pero tampoco es plan de que Grado llegue a ser famoso precisamente por sus cortes de luz.
Otro tema distinto es que el consumo de electricidad y de energía en general se dispara cada día más. Se calcula que el potencial de ahorro energético de España es aproximadamente de un 30%. Probablemente los consumidores podríamos ser un poco más responsables para buscar un equilibrio de forma que obteniendo los mismos servicios –calefacción, iluminación, etc.- fuéramos capaces de reducir nuestro consumo eléctrico.
Pero en todo caso lo que está claro es que el suministro de energía eléctrica sin interrupción es un servicio básico y fundamental, es un derecho por el que pagamos y que por tanto podemos exigir.