REQUIEM POR UNA FUENTE
Para los vecinos de Vega de Anzo es la fuente de “La
Pipera”, para los pravianos siempre será su anhelada
fuente de San Andrés. La semana pasada, en esta misma columna,
hacía referencia a la curiosa y apasionante historia –digna
del mejor folletín- de una fuente que pasó de ser uno
de los símbolos de Pravia a caer en desgracia y ser “desterrada”;
un monumento que se instaló luego en Vega, donde ha vuelto
a revivir su particular ascensión y caída, pues, tras
haber sido siempre una fuente muy utilizada y de manantial muy apreciado,
va camino de la ruina por falta de mantenimiento y abandono.
Pero antes de entrar en materia, quisiera dar las gracias a José
Antonio Martínez González, gran conocedor y divulgador
de la historia praviana, que ha tenido la amabilidad de facilitarme
gran cantidad de datos para completar este periplo de la fuente de
Vega, ¿o de Pravia?
En todo caso vamos con los hechos. En 1864 se inaugura en la plaza
de Pravia la fuente de San Andrés o “de los seis caños”,
diseñada por el arquitecto Colubi y que vino a sustituir a
otra fuente mucho más antigua con lavadero. En el verano de
1928 una epidemia de tifus causa la muerte de varios vecinos de la
localidad, se descubre que el agua de la fuente es la trasmisora de
esta enfermedad y se decide entonces secarla.
Poco después, hacia 1930, don Martín González
del Valle, Marqués de la Vega de Anzo, compra esta fuente -cuyas
piezas se encontraban almacenadas en Peñaullán- y la
dona al pueblo que da nombre a su marquesado. Allí permanece
desde entonces, a la vera misma de la carretera nacional. Este emplazamiento
privilegiado y la fama de sus aguas, permiten que la fuente estuviera
muy concurrida hasta no hace muchos años, tanto por vecinos
del pueblo como por foráneos. Sin embargo, el paulatino abandono
y deterioro esta provocando que esta importante fuente caiga poco
a poco e injustamente en desuso.
Hay que recordar que Pravia trató en varias ocasiones de recuperar
esta fuente de los seis caños, pero con toda razón los
vecinos de Vega no estaban dispuestos a renunciar a ella. Don Manuel
López de la Torre –alcalde, cronista del municipio y
durante muchos años director del Colegio San Luis- fue uno
de los que más empeño puso en intentar traer de nuevo
la fuente a Pravia. Como sus gestiones no resultaron satisfactorias,
un antiguo alumno, el empresario marmolista Fermín Galán
Álvarez, le prometió que algún día construiría
una réplica de este monumento. Ese día llegó
en 1997, gracias también al hallazgo de los planos originales
del monumento por parte de José Antonio Martínez
Final feliz para Pravia, queda sólo reclamar la misma suerte
para la fuente de Vega. Da pena, mucha pena, ver que los seis caños
hace mucho tiempo que no dan agua, que ya no se forman colas, que
el entorno está abandonado, en definitiva que se está
poco apoco perdiendo un hermoso monumento de nuestro patrimonio. Hace
un tiempo, se llegó a plantear la posibilidad de recoger firmas
para solicitar la restauración de la fuente y el acondicionamiento
de su entorno, ¿dónde tengo que firmar?